Para dejar de pensar que tu día se reduce a contar y ordenar horas, podés enfocarte en buscar el equilibrio entre tu salud y tu bienestar.
No te abrumes por medir el tiempo, no limites tu vida a contar horas. Disfrutá del día, a tu ritmo.
Necesitamos desacelerar para darle sentido a los momentos y prevenir malestares. Descubrir el ritmo de nuestro día puede ser el inicio de un cambio de sentido a nuestra cotidianeidad.